Los meseros son de lo más grosero. Si puedes pedir directamente en la barra, mejor, así te ahorras su jetota, su mala atención y la propina que te cargan a la fuerza en tu cuenta.
El mesero era un chavo alto,flaco con pelo chino largo y barba,fue muy grosero,estuvo enojado todo el tiempo y contestándonos de mala gana, y se burló de nosotros y nos dijo groserías.¡HORRIBLE LUGAR!