En la fachada de calle Mosqueta esquina con San Esteban, a unos 7 metros de altura, está empotrada en la pared una bala de Cañón puesta como reliquia y recuerdo de la defensa del Cantón Andaluz.
Esta puerta ya existía en época romana, fue reconstruida en 1578, y derribada en 1868, los caños estaban adosada a ella, en un pequeño callejón tras la reja se puede ver la muralla de donde arrancaba.