Para saciarte por poco dinero. Patatas fritas de excepción y una mente prodigiosa, la de Joan, que toma la comanda para 10 comensales de memoria. Poco apto para vegetarianos y afines.
Un buen restaurante que podría estar pagando los excesos de precio del periodo pre-crisis. Bien gestionado y buena comida, aunque algo repetitiva. Servicio excelente y buenos vinos.
Marco fantástico y buen ambiente perfectamente gestionado por Juanjo. Carta simple y efectiva con buena oferta de quesos de la 'terra'. Excepcional carta de vinos a precios ajustados. Recomendable.
Para comer buen pescado en plena montaña, en un restaurante de decoración modesta con precios acordes. Excelente el rodaballo. A mejorar en vinos.
Cambio de propietarios en 2012. Lugar sin pretensiones e ideal para ir con niños sin salir trasquilado. Crêpes buenas. Renovada oferta de cervezas de import. y buena selección de vinos a menos de 10€.
El mejor restaurante de La Molina, donde se puede degustar jamón de Joselito. No es aconsejable salirse de la carta. Buen ambiente esquiador para desayunar en invierno.
Restaurante rollo pijerío de Cerdanya, en un marco incomparable. Se puede llegar en bici y es ideal para ir con niños. Deje de lado sus pretensiones gastronómicas.
Como a Ítaca, lo importante es el viaje. Típico restaurante de montaña, con un buen fricandó y un servicio más o menos malhumorado.
Antiguo Embut. Talento, experiencia, medios y, cuando toca, la mejor escalivada del mundo. Excelente steak tartare un pelo caro. Recomendable y a buen precio el Barbazul (Cádiz). Mi preferido.
Máximo exponente del cariño familiar en un proyecto de restauración. Pocas mesas y recomendable reservar.
De carta fàcil y en torno súper agradable, cómodo, amplío y con buen aparcamiento. Ideal para ahorrarse los controles del sábado por la noche, y también como après ski con los niños.
