Decir que el lugar es único e inigualable, es sin duda exagerado. Sabe bien, es exótico y de alto precio (en varios sentidos). La Route66 lleva mucha cebolla dulce. Las malteadas son helados enormes.
Todo bien, solo q muy mala atención de la chica q te asigna la mesa, además contesta de mala manera y pasa a las personas q vienen en grupo antes q a los q venimos en pareja y llegamos antes.